*MENSAJE*
«Mis queridos hijos: no me abandonen, Yo anhelo acogerlos a todos en el calor de mis brazos; permanezcan fuertes en unidad. Satanás no puede causar daño cuando permanecemos todos unidos con mi Jesús como nuestro centro.
Les digo: vengo a llamarlos hacia una convicción, la convicción de la consagración global; vendré a recoger las cosechas de esta consagración unificada, mi corte. En la consagración a mi Inmaculado Corazón ustedes darán su «Sí» para ser escogidos y colocados a su servicio de un modo especial; ustedes están aceptando los sacrificios del triunfo, porque yo le pediré mucho a cada uno. Humillen sus almas y tomen mi mano, permítanme conducirlos a la paz; la paz de sus familias, la paz de sus países nativos y la paz en el mundo.
Queridos hijos; ábranme sus corazones a mí porque yo deseo colocar mi chispa dentro de ustedes, yo solo puedo dar lo que ustedes puedan aceptar, mientras más permitan el paso de mi mensaje a su alma, más se me permitirá llevarlos dentro a las profundidades de la comprensión.
Vivan las palabras que yo les doy; se las doy para enseñarles y para preparar sus almas para los días venideros. Vengo a ayudarles a transformar su corazón y su alma al verdadero sentido de la conversión; a la imagen de Dios.
¿Vendrán ustedes hacia a mí?, ¿Me permitirán llevar sus corazones al Padre?, Esta es la elección que ustedes tienen que hacer sin reserva, les pido que reflexionen acerca de la importancia de este día. »
*GUÍA*
Este acto de Consagración encontrará tu alma llena de un amor profundo; este amor es tan ardiente que llega hasta el corazón de Nuestra Señora con tanta fuerza que Ella es atraída a tu corazón. El deseo del alma de consagrarse a Nuestra Señora causa cierta atracción: un magnetismo. Es esa atracción la que lleva este intenso deseo de tu corazón a la atención de Nuestra Señora; en cuanto Ella encuentra y enfoca los deseos de tu alma, se concentra e intensifica este amor y los fundamentos para que se forme el intercambio divino.
*DIRECCIÓN*
El alma es como un jardín en el cual las malas hierbas crecen constantemente; entonces, tenemos que practicar la abnegación; manteniendo continuamente la pala en nuestras manos para arrancarlas y arrojarlas de nuestros corazones. Si no tu alma se volverá salvaje; una basura sin cultivar cubierta de espinas. ¿Cómo nos puede ayudar el cultivar nuestro exterior, efectuar devociones y dejar nuestro interior como un campo indomable? Es tu propia voluntad la que trae la rutina a tu alma; pero por medio de tu consagración se fertiliza la tierra. Al podar tu alma sientas las bases de las gracias en la consagración; es por medio de tus constantes esfuerzos que un jardín de pureza es creado para recibir las flores de virtud en medio de tu corazón.
*MEDITACIÓN*
¡Oh Inmaculado Corazón de María!, atráeme enteramente hasta tu Hijo y ayúdame a encender en mi corazón su santo amor por el cual yo deseo ser enteramente consumido; Madre querida, toma posesión de mi corazón y cámbialo por el tuyo. Llénalo con el deseo de todo lo que es santo y bueno, ilumínalo para que esté listo y dispuesto para ejecutar la voluntad del Padre y siguiendo tu ejemplo, pueda yo encontrar la santificación; únete a mi y yo a ti con un perfecto amor que nunca pueda ser disuelto. Haz que mi corazón no sea ya más mío, sino que sea enteramente de Dios a través de las gracias infundidas en mi corazón a través de tu corazón maternal.
«Un jardín es mi hermana, mi novia» (Cantar de los Cantares 4:12)